domingo, 25 de marzo de 2012

TEMA 3


TEMA 3: “LA NUEVA CULTURA DEL APRENDIZAJE”



Del aprendizaje de la cultura a la cultura del aprendizaje:

El deterioro del aprendizaje está muy ligado a la cada vez más exigente demanda de nuevos conocimientos, saberes y destrezas que plantea a sus ciudadanos una sociedad con ritmos de cambio muy acelerados. Las especies que habitan nuestro planeta disponen de dos mecanismos complementarios para resolver el perentorio problema de adaptarse a su entorno. Uno de ellos es la programación genética y el otro el aprendizaje. De entre todas las especies, los humanos somos sin duda los que disponemos no sólo de una inmadurez más prolongada y de un apoyo cultural más intenso, sino también de capacidades de aprendizaje más desarrolladas y flexibles. La capacidad de aprendizaje, junto con el lenguaje, la ironía, el humor, la mentira y algunas otras virtudes, constituyen el núcleo básico del acervo humano. Sin esas capacidades de aprendizaje no podríamos adquirir la cultura y formar parte de nuestra sociedad. Nuestro aprendizaje responde a todo un diseño cultural.  No sólo cambia culturalmente lo que se aprende, sino también la forma en la que se aprende.

Una breve historia Cultural del Aprendizaje:

La historia del aprendizaje se remonta a los propios orígenes de nuestra especie. La aparición de la escritura, hizo que ésta fuera la “memoria de la humanidad” y pasó a constituir el objetivo fundamental del aprendizaje formal. En la Grecia y Roma clásicas, además de la educación elemental, existían escuelas de educación superior, cuya función era formar elites pensantes cuyos modelos de aprendizaje diferían del repaso y repetición. La principal tarea del aprendizaje era imitar o replicar el modelo que le proporcionaba el maestro. Durante los diez siglos que transcurren desde la caída del imperio romano hasta el renacimiento, apenas se observan cambios en la cultura del aprendizaje. Los cambios más notables en la cultura del aprendizaje se deben a una nueva revolución en la tecnología de la escritura. A medida que la información se difunde, el conocimiento se descentraliza, pierde su fuente de autoridad. La relación entre cultura impresa y secularización del conocimiento es muy estrecha y tiene poderosas consecuencias para la cultura del aprendizaje.

Hacia una nueva cultura del aprendizaje: la construcción del conocimiento.

La concepción tradicional del aprendizaje no se debe tanto al empuje de la investigación científica y de las nuevas tecnologías psicológicas. La nueva cultura del aprendizaje se define por una educación generalizada y una formación permanente y masiva. En nuestra cultura del aprendizaje, la distancia entre lo que deberíamos aprender y lo que finalmente conseguimos aprender es cada vez mayor.

                La sociedad del aprendizaje:

                El ocio es una industria floreciente para el aprendizaje.  Jamás ha habido una época en la que hubiera tantas personas aprendiendo tantas cosas distintas a la vez, y también tantas personas dedicadas a hacer que otras personas aprendan. La necesidad de un aprendizaje continuo tiende a saturar nuestras capacidades de aprendizaje. Otro rasgo de las sociedades del aprendizaje es la multiplicación de los contextos de aprendizaje y sus metas. La sociedad del aprendizaje parece requerir más bien una concepción múltiple, compleja e integradora. Las estrategias de aprendizaje deben ser uno de los contenidos fundamentales de la educación básica en las sociedades presentes y futuras. En la segunda mitad de este siglo estamos asistiendo a una tercera evolución en los soportes de la información, que está abriendo paso a una nueva cultura del aprendizaje. Información es todo aquello que reduce la incertidumbre de un sistema. El exceso de información produce un cierto aturdimiento en el aprendiz.

La sociedad del conocimiento (descentrado):

Las modernas sociedades industriales no reducen sus mecanismos de control, sino que los modifican. El abandono del realismo como forma cultural de conocimiento es característico de la filosofía de la ciencia actual en la que se asume que el conocimiento es una construcción. Donde antes había hechos y datos porque esa era entonces la cultura dominante, ahora hay teorías, sistemas e interpretaciones. Los cambios en la organización social del conocimiento también han favorecido la descentralización del mismo. La pérdida de la incertidumbre, la descentralización del conocimiento, alcanza a casi todos los órdenes de nuestra cultura. Los rasgos de esta nueva cultura del aprendizaje hacen que las formas tradicionales del aprendizaje repetitivo sean aún más limitadas que nunca. La cultura del aprendizaje dirigida a reproducir saberes previamente establecidos debe dar paso a una cultura de la comprensión, del análisis crítico, de la reflexión sobre lo que hacemos y creemos y no sólo del consumo mediado y acelerado por la tecnología,  de creencias y modos de hacer fabricados fuera de nosotros.

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